Durante la infancia, los niños se encuentran llenos de interés por aprender y descubrir su entorno. Si bien esta etapa comienza desde sus primeros meses, especialmente desde los 3 hasta los 6 años, donde el niño busca ser independiente y autónomo comenzando a querer tomar sus propias decisiones. Como padres es esencial permitirles realizar dichas actividades, fomentando su confianza para hacerlo y dándoles las herramientas necesarias para que puedan lograr una vida práctica.
Los pequeños de dicha edad tienen cierto interés por ayudar en las tareas que mamá o papá realizan en el hogar, ya sean pequeñas tareas domésticas e incluso laborales como cocinar, limpiar espejos, barrer las hojas del jardín, peinarse, vestirse, lavar trastes, entre otros.
En la metodología Montessori, existe una sección especial de aprendizaje para cultivar los conocimientos y talentos del pequeño/a por medio de actividades usando artículos de su día a día, como botones, cierres, vasos de cristal, entre otros. En su momento, la doctora María Montessori quería que sus pequeños fueran independientes y se desarrollarán tomando sus propias decisiones y al mismo tiempo desarrollando sus habilidades y capacidades, por lo que creó ciertas actividades para que pudiera desarrollar su autodisciplina, su coordinación, precisión, autonomía, orden, disciplina y tolerancia a las cuales llamó “Vida Práctica”. Dichas actividades consisten en acciones que los pequeños pueden aprender e ir desarrollando en su vida cotidiana, dependiendo de su edad, como actividades de cuidado personal, del ambiente, de gracia y cortesía.
Una de las frases más icónicas de María Montessori es: “Ayúdame a hacerlo por mí mismo” y es que ella quería que sus pequeños tuvieran una autonomía con seguridad y confianza en sí mismos, donde el papel del adulto fuese como un espectador activo, esto quiere decir que el adulto debe observar y ofrecer la ayuda justa y necesaria en la que ellos puedan hacer las actividades por sí mismos.
En nuestro blog ¿Cuál es la esencia de la enseñanza Montessori?, podrás conocer un poco más sobre dicha metodología.
Objetivos principales a seguir en las actividades de “Vida Práctica”
La vida práctica comienza desde los primeros meses, entre los 9 y los 12, hasta los 6 años. Los niños/as comienzan a recibir estímulos y aprender de las diversas áreas de su entorno, desde estímulos sensitivos, motrices, conductuales y sociales. Esto le permite al pequeño trabajar y coordinar sus movimientos para que sean funcionales en su vida. Además, ayuda en su desarrollo muscular, coordinación motora de manos, muñecas y dedos. Estos trabajos lo ayudarán posteriormente para la toma del lápiz, el trazo de números y letras.
Es importante reconocer que a los niños les gustan las actividades de “Vida práctica”, ya que generan en ellos tranquilidad y felicidad al realizarlas. En las actividades de vida práctica se buscan 4 objetivos principales para el desarrollo del niño, estas son:
- Coordinación
- Independencia
- Orden
- Concentración
Analicemos cada una:
Coordinación
Este objetivo busca que el niño aprenda, explore y conozca su entorno y el correcto uso de los artículos a su alrededor por medio de actividades que lo ayuden en adquirir un desarrollo de un buen control motor, coordinación ojo-mano y actividades que lo ayuden a controlar y desarrollar su motricidad fina y gruesa.
Entre las actividades que se encuentran en este objetivo están: el llevar una silla, lavar una mesa, arreglar un florero, colocar su ropa en un gancho, entre otras.
Independencia
Con esto se busca que el pequeño/a adquiera autonomía, refuerce la seguridad en sí mismo, aprenda a tomar decisiones y sea responsable de ellas por medio de actividades que sean basadas en el cuidado personal que lo ayudan a ser responsable de sí mismo. El cuidado del entorno o del medio ambiente, las cuales lo enseñan a mantener y cuidar su alrededor, la gracia y cortesía, que lo ayudan a resolver situaciones y conflictos con buenos modales. Además, de ser respetuoso con los compañeros que convive dentro y fuera del ambiente preparado.
Entre las actividades que se encuentran en este objetivo están: atarse los cordones, lavarse las manos, preparar un platillo sencillo, poner y quitar la mesa, barrer y limpiar su mesa de trabajo, servir comida, respetar el espacio de los demás, así como el de sí mismo, entre otras.
Orden
En la metodología Montessori, se busca que el niño tenga control, seguridad en su entorno y en sus movimientos. Por lo que es necesario que tenga un orden interno que se logra mediante un orden externo.
Dentro de esto, se manejan o se realizan diversas actividades por medio de una secuencia de pasos para que el pequeño/a aprenda un orden específico. Es por esto, que dentro de un ambiente Montessori los materiales se colocan en estanterías al tamaño adecuado de los niños/as para que puedan tomarlos con la facilidad, además de llevarlos, ya sea a su mesa o en una alfombra en el suelo, para colocarlos en el orden en que lo necesita utilizar.
Lo importante de este objetivo dentro de la vida práctica es que al terminar de utilizar el material, el pequeño/a tiene la tarea de devolverlo al estante como lo encontró y de esta manera se fomenta el orden en su entorno.
Concentración
En este punto, más que ser un objetivo (que sí lo es), es una condición que el pequeño/a lleva consigo en sus períodos sensitivos y durante toda su infancia. Sin embargo, en las actividades de vida práctica se logran mediante la motivación a la hora de realizar las actividades, los materiales, dándole la libertad de que el niño elija qué material quiere elegir, cuándo trabajar con él, en donde y si requiere ayuda del guía o de los padres en algún momento. De esta manera, si el niño se siente en un espacio seguro y tranquilo, se concentrará mejor.
¿Qué se trabaja en la vida práctica?
Como ya te mencionamos antes, con la vida práctica se busca que el niño/a adquiera responsabilidad, autonomía e independencia con actividades adaptadas a su edad relacionadas con su vida diaria. Sin embargo, se divide en 4 áreas que son:
- Actividades del ambiente
- Cuidado personal
- Cuidado del hogar
- Gracia y cortesía
Actividades del cuidado del ambiente:
Son actividades o ejercicios que se llevan a cabo dentro del ambiente y el hogar familiar. Su principal objetivo para el pequeño/a es aprender las maneras de preservar, limpiar y mantener en orden su espacio de trabajo, desde ordenar el tapete o la mesa donde va a trabajar, mantenerlo limpio, hasta recoger y colocar sus juguetes o materiales Montessori en su lugar después de haberlos utilizado. Realiza actividades como:
- Barrer
- Abrir y cerrar objetos
- Ordenar, lavar y limpiar su mesa
- Lavar trastes
- Lavar telas
- Usar un trapo para limpiar
Actividades de cuidado personal:
Con este tipo de actividades se busca que el pequeño sea responsable e independiente con sus actividades personales, el cuidado de sus cosas personales, su ropa, entre otras. Tales como:
- Lavarse las manos
- Lavarse los dientes
- Cepillarse el pelo
- Elegir su ropa
- Abrir y cerrar cierres
- Abotonarse
- Colgar su ropa en ganchos
Actividades del cuidado del hogar:
Actividades de este tipo buscan que el pequeño aprenda a cuidar y mantener ordenado su hogar, al menos en donde él o ella esté regularmente, como su habitación. Sin embargo, también actividades de uso común como preparar un alimento o barrer. Entre las actividades de esta área, están:
- Cortar verduras
- Barrer
- Recoger sus juguetes
- Batir bebidas
- Poner o quitar la mesa
- Regar las plantas
- Tender su cama
- Doblar su ropa
Actividades de gracia y cortesía
En la metodología Montessori, este concepto es importante y es que busca desarrollar las habilidades sociales de un niño y el respeto por su entorno. La gracia consiste en la perfección y la corrección de movimientos. A través de la cortesía se desarrollan, se aprenden modales y el respeto al prójimo.
- Transportar una silla en silencio y con orden
- Enrollar una alfombra
- Pedir o dar ayuda
- Saludar y despedirse
- Decir “por favor y gracias”
- Toser, estornudar sin afectar a compañeros
La vida práctica no solo se utiliza en la infancia, sino que da las herramientas para que el día de mañana los pequeños/as sean adultos funcionales y armoniosos dentro de la sociedad. Es importante destacar que la vida práctica en el niño es el primer trabajo que conoce y logra su primer aprendizaje por imitación e identificación con el adulto.
Como padres, lo importante desde su infancia es darles la libertad de aprender a su ritmo, dejar que los pequeños se equivoquen y se autocorrijan, ofrecerles ayuda en caso de que la necesiten y motivarlos diariamente a desarrollar su autonomía e independencia con herramientas o actividades enriquecedoras.
En Montessori Lancaster, nuestros niños en maternal y kínder (Comunidad Infantil y Casa de Niños) diariamente tienen la libertad de aprender y desarrollar sus habilidades con actividades de vida práctica dentro de su ambiente Montessori.