¿Alguna vez has notado que tu pequeño/a imita tus actividades del día a día como lavar trastes, doblar ropa o barrer? En ocasiones, los pequeños/as lo hacen dentro de su primera etapa de vida y no es porque se identifiquen con el adulto, simplemente porque dentro de esa primera etapa de vida (de 1 a 3 años) sienten un impulso natural por aprender y por sentirse identificados, disfrutan todo tipo actividades y el uso de las manos para tocar agua, arena, etc. y absorben todo tipo de señas, actitudes, palabras, actividades entre otras cosas y su cerebro las adopta de manera inconsciente para después replicarlo dentro de sus propias acciones.
Un cerebro recién nacido, cuenta con aproximadamente 100 mil millones de células cerebrales que se desarrollaran en sus primeros cinco años de vida, ya que durante este tiempo, el cerebro presenta la más alta sensibilidad a estímulos y aprendizajes que lo ayudarán en su desarrollo cognitivo, social, físico, emocional y de lenguaje logrando que el niño conecte con su entorno, refuerce sus capacidades, reconozca sus talentos, forme una personalidad propia, comience a memorizar, razonar y resolver problemas, aprenda a manejar sus emociones, comprender y utilizar el lenguaje, así como también se retroalimenta y mejora por sí mismo.
Si bien, el cerebro adulto es un elemento complejo de entender, en un pequeño lo es aún más y es realmente interesante. La actividad cerebral comienza desde el momento de la concepción. Sin embargo, al nacer es el único órgano que no está desarrollado al 100%, sino que como lo hemos dicho anteriormente, se debe estimular con distintas actividades para desarrollarlo y fortalecerlo.
El desarrollo infantil y Montessori
¿Alguna vez has escuchado que los niños son como esponjas que absorben todo el conocimiento? Este no es un fundamento erróneo y es que entre los primeros 3 o 4 años de vida, el cerebro infantil cuenta con una actividad superior y con el mayor número de conexiones cerebrales que tendrá en toda su vida.
Es en este punto donde mediante la observación, la doctora María Montessori identificó que el niño tiene varios periodos sensibles los cuales definió como conexiones neuronales que se desarrollan durante la infancia y que brindan un aprendizaje único. Dichas conexiones deben ser constantemente trabajadas por medio de actividades que le brinden al niño un fortalecimiento en su madurez personal, cerebral y físico. Es por ello, que es muy importante como padres y guías proporcionarle las herramientas para que su cerebro se desarrolle adecuadamente y estimularlo por medio de juegos, lecturas, materiales sensoriales y actividades dentro de un ambiente preparado y adaptado a su tamaño cuyo objetivo sea lograr que el pequeño/a desarrolle sus capacidades y talentos a su propio ritmo.
En nuestro blog: “¿Cuál es la esencia de la enseñanza Montessori?” te explicamos en qué consiste un ambiente preparado Montessori. Dentro de un ambiente Montessori, el niño puede satisfacer todas las necesidades de aprendizaje de acuerdo a su etapa por medio de los materiales y la gracia y cortesía.
En los primeros meses y años de vida el niño cuenta con capacidades e intereses naturales para explorar y descubrir lo que lo rodea, de esta manera y por si solo va desarrollando y formando conexiones en su cerebro que lo hacen adaptarse y lo enseñan a controlar su voluntad, razonamiento y conciencia.
A partir de los 6 años, el niño aprende y se construye a sí mismo a través de experiencias que lo ayudarán toda su vida, perfecciona la memoria, vigoriza la imaginación, afina su capacidad de abstracción y razonamiento, así como incrementa su interés de investigación, descubrimiento, conceptualización y la formación de su pensamiento lógico matemático.
El pensamiento lógico matemático en los primeros años de vida
Fuera de la asignatura matemáticas, el pensamiento lógico matemático forma parte del desarrollo de cada persona. Este pensamiento nos ayuda a desarrollarnos en el mundo físico por medio de la adaptación. En los pequeños se desarrolla mediante movimientos, actividades y materiales en los primeros meses de vida y durante sus períodos sensibles, ya que los ayuda con la identificación y el acoplamiento de su propio espacio. Dentro de su libro La mente absorbente del niño (1949) María Montessori nombró a la mente matemática basándose en las palabras de Pascal quien decía que los seres humanos nacemos con capacidades matemáticas innatas, logrando la apreciación de las cosas exactas, permitiendo el conocimiento y el progreso, gracias a que el cerebro abstrae la información para llegar a la comprensión y después a la adquisición del conocimiento.
Por su parte, la Dra. Montessori planteó que la mente matemática debe ser entrenada desde la infancia con materiales Montessori y actividades que permitan el entrenamiento de la misma. Por ello, desarrolló materiales específicos bajo estudios científicos para este tipo de capacidad. Algunos de los cuales son: La torre Rosa, la escalera marrón, los listones rojos, astas de colores, decanomio, probetas, entre otros.
En nuestro blog “Matemáticas con el método Montessori”, te explicamos como esta asignatura se lleva a cabo en Montessori Lancaster.
Un niño/a que desarrolle su pensamiento matemático en los primeros años, será un adulto capaz de resolver problemas en diferentes ámbitos de su vida, tendrá la capacidad de razonar y planificar el cumplimiento de sus metas, desarrollará su inteligencia y la capacidad de tomar mejores decisiones, tendrá la capacidad de ordenar y razonar sus ideales, entre otras cosas.
En Montessori Lancaster, tenemos las mejores herramientas para que tu pequeño se desarrolle de manera completa logrando que adquiera que desarrolle sus talentos y capacidades a su propio ritmo, con responsabilidad, seguridad, valor y respeto.
Descubre más de nuestra institución aquí: www.montessorilancaster.edu.mx