La vida es fuerza, transformación, riesgo y cambio. El nacimiento es el primer evento en el que se pone a prueba los recursos con los que cada persona cuenta. A través de la atención, el cuidado, la protección, el amor se van construyendo recursos y un escudo protector que atenúa los posibles efectos de los sucesos inesperados.
Los seres humanos estamos desprotegidos y somos vulnerables ante la fuerza de un evento inesperado, uno que pueda causar dolor, inestabilidad. En el caso de las niñas, niños y adolescentes podemos mencionar algunos ejemplos:
- El nacimiento
- Tener frío, hambre o incomodidad
- Separarse de la madre o cuidador primario
- Entrar a la escuela
- Cambiar de casa
- Cambiar de escuela
- Perder una mascota
- La pérdida de un ser querido
- El divorcio o separación de la familia y más
Durante los años formativos de los 0 a los 18 años, es posible transformar una amenaza en una oportunidad de aprendizaje para las niñas, niños y adolescentes.
Entonces, su bienestar y felicidad no es por casualidad o suerte, es una construcción humana, es el resultado del esfuerzo individual, familiar y social. La familia y la escuela pueden favorecer la creación de recursos a través de promover nuevas experiencias, en un contexto de seguridad y teniendo en cuenta sus características, habilidades y límites.
De forma progresiva aumentará su capacidad de resolver las dificultades que se presentan, pueden ser perseverantes, desarrollar la capacidad de automotivarse. Para ayudarlos a transformar una amenaza en oportunidad, se necesita rodear a las niñas, niños y adolescentes de amor, protección, orden; brindarles la posibilidad de realizar actividades, tener responsabilidades, vivir experiencias que favorezcan el desarrollo de la voluntad, fuerza, creatividad y audacia. Además, se requieren de adultos con experiencia, conocimiento y madurez, en los que se pueda confiar, que sepan poner límites claros, consistentes y congruentes.
Generalmente, las familias quieren proteger a sus hijas e hijos, entonces, quieren evitarles el dolor, los dejan ganar cuando juegan para evitarles frustración, sin darse cuenta de que cada día se presentan situaciones y experiencias nuevas no son buenas o malas, son las que en ese momento se presentan y son oportunidades de aprendizaje y fortalecimiento.
Lo de hoy es educar para el cambio y formar personas flexibles, con iniciativa, confianza, sin temor al cambio o riesgo. Fuertes para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentando en su vida escolar y cotidiana.
Es por ello, que la Montessori philosophy. es una excelente herramienta, ya que ha demostrado ser una poderosa fuerza en el campo de la educación, ofreciendo un enfoque único para el desarrollo de los niños y niñas. A través de su énfasis en la autonomía, el respeto por el ritmo individual de aprendizaje, el aprendizaje experiencial, el desarrollo de habilidades sociales, la promoción de la creatividad y la concentración. Montessori ofrece una visión integral que trasciende los confines de la educación tradicional.
Uno de los pilares fundamentales de la filosofía Montessori es su énfasis en la autonomía. Desde una edad temprana, los niños y niñas son alentados/as a explorar y descubrir el mundo por sí mismos, tomando decisiones y asumiendo responsabilidades por sus acciones. Este enfoque fomenta la independencia y la autoconfianza, sentando las bases para un crecimiento personal sólido y duradero.
A continuación, queremos compartirte este video con la experiencia que han tenido nuestros/as alumnos/as, madres y padres de familia. También alumnos egresados de nuestra institución de como Montessori Lancaster ha ayudado a ser mejores personas para ellas y ellos: