¿Sabes cuál es la importancia de la socialización en la vida de tu hijo o hija? o ¿Te has preguntado alguna vez cómo socializa tu hijo o hija durante su infancia? Quizás, al verlo interactuar con todos los miembros de la familia, pienses que la forma en la que la niña o el niño comunica sus emociones y necesidades a otros, es perfectamente natural.
Para vivir en grupo e integrarse a la sociedad, el ser humano debe aprender a limitar sus propios impulsos. Precisamente fortalecer este autocontrol es lo que hace que nuestras relaciones interpersonales sean sanas y estables.
El proceso de socialización de cada uno de nosotros inicia en la familia. En ella se adquieren hábitos, formas de conducta, el valor de las cosas, de las personas y los roles de género. Se aprenden por imitación, observando las interacciones entre la madre, el padre, los abuelos y los demás miembros del núcleo familiar.
¿Cómo se construye el ser social?
El proceso de construcción del ser social se produce de los 6 a los 12 años. Durante esta etapa tu hijo o hija aprende a convivir con sus pares, se mide con ellos, se interesa por las reglas, la moralidad y la justicia.
De los 12 a los 15 años, los adolescentes ya han desarrollado las habilidades necesarias para integrarse y encontrar su lugar en la sociedad. A esta edad quieren entender cómo funciona el mundo que les rodea, la sociedad a la que pertenecen. Precisamente por eso la cuestionan y provocan conflictos que le permiten no solo entender sino también integrarse.
En Montessori conocemos muy bien las características de los adolescentes. Precisamente por eso prestamos especial atención a sus necesidades sociales, de pertenencia y a la búsqueda de la diferenciación.
¿Cómo la secundaria Montessori fortalece la socialización en tu hijo o hija adolescente?
Sabemos la importancia de la socialización para nuestros alumnos y alumnas y la forma en que la fortalecemos es a través de Todo consiste en las actividades que se realizan en nuestra secundaria. El trabajo y las actividades que realiza tu hijo o hija en nuestra secundaria están organizadas para facilitar el proceso de socialización.
A continuación te haremos una breve descripción de ellas:
• Promovemos en los adolescentes el uso del lenguaje como medio de comunicación, cooperación y organización.
• En nuestra secundaria aprenden que la integración social tiene un costo personal. Por lo tanto se fortalece al individuo para que sienta que pertenece a un grupo social y al mismo tiempo pueda diferenciarse dentro de él.
• Desarrollan sentimientos sociales y morales vinculados al bienestar del otro. Es importante que tu hijo o hija adolescente aprenda que existen realidades y puntos de vista diferentes al suyo.
• Participan en el establecimiento de las reglas de convivencia. Estas normas se expresan de forma clara, sencilla y se mantienen firmes.
• Desarrollan un juicio reflexivo que le permita reconocer, diferenciar y entender lo que “desean hacer”, lo que se “debe hacer” y lo que “se puede hacer”.
• A través de ensayos, decepciones, alegrías, rechazos, aceptación, lealtad, traición, etc., construirán sus relaciones.
• Prueban diferentes formas de ser y actuar.
• Conforme van viviendo la experiencia de una sana convivencia, se transforman gracias a la interacción con otros seres humanos, pareciéndose o diferenciándose, según lo que cada uno necesite.
Si quieres saber más acerca de las ventajas de permitir a tu hijo o hija adolescente estudiar en una escuela Montessori, comunícate con nosotros y planifiquemos juntos su educación.