Como madres o padres educar, criar y acompañar a nuestros pequeños y pequeñas desde el nacimiento hasta la madurez es una tarea sin instrucciones, las decisiones que se toman cada día son cruciales para su desarrollo y su autoestima.
Por ello, es importante regular sus acciones con límites claros y concisos, constantes y congruentes hasta que estén listos y listas para hacerlo solos/as y al mismo tiempo conocen el concepto de libertad.
La Dra. María Montessori decía que la libertad y la disciplina son dos caras de una sola moneda y no debe existir una sin la otra.
¿QUÉ SON LOS LÍMITES?
Los límites son un marco de referencia y acción que permiten canalizar positivamente la energía y la capacidad de relacionarse socialmente. Además, se establecen primero como seguridad, luego por adaptación social y para que sepan cómo se puede obtener lo que necesita.
Debes saber que los límites se establecen primero por la seguridad de tu pequeño o pequeña, luego por adaptación social. Esto, para que sepan cómo conducirse y cómo pueden obtener lo que necesita. La principal utilidad de los límites es que el niño o niña se regule, que aprenda y que viva las consecuencias para hacerse responsable de sus acciones.
CARACTERÍSTICAS DE LOS LÍMITES
Los límites se caracterizan por ser:
- Claros: Con pocas palabras y con lenguaje positivo.
- Constantes: Lo que se establece, se cumplen todos los días y en todo lugar.
- Congruentes: El primero en respetar el límite y cumplirlo es el adulto, para que el pequeño y pequeña aprenda con el ejemplo.
EJEMPLOS DE LÍMITES
Algunos límites se refieren a cantidad, tiempo y lugar. Otros son de comportamiento y de uso de las cosas.
Límites de cantidad:
- Puedes comer tres galletas.
- Puedes sacar un juguete a la vez.
Límites de tiempo:
- Este es el momento de comer.
- Es la hora de dormir.
Límites de lugar:
- La cama es para dormir.
- En el parque corremos.
- Se come sentado y en la mesa.
- En el coche se viaja con cinturón de seguridad.
Límites de comportamiento:
- En la calle caminamos de la mano.
- Vamos al mercado por la comida.
- Nos llamamos por nuestro nombre.
- Si te interesa un juguete de tu amigo se lo pides.
Límites de uso o utilidad:
- Las tijeras son para recortar.
- La cuchara es para comer.
- Esa “figurilla” elegante y frágil es un adorno solo lo observamos.
EL PAPEL DEL ADULTO DENTRO DE LOS LÍMITES
Como adulto es importante saber administrar el amor en palabras certeras, adecuadas y que los guíen para obtener un aprendizaje y lograr autorregularse.
Es común que en algunos momentos, las madres o padres se encuentren molestos, pero aun así hay que encontrar y usar palabras que no hieran o lastimen, nunca ataques al “ser” de tu pequeño y no utilices expresiones como: “Eres un tonto”, “eres una cochina”, entre otras. Esto, cuando la causa fue el de “hacer”, por ejemplo: derramar el agua, romper algún objeto valioso o ensuciar su ropa. Por ello, cuidado con lo que dices y lo que les haces sentir con tus palabras, en su lugar puedes optar por: “me molesta que ensucies la ropa” o “era un objeto importante para mí”, etc.
Para que cambien las actitudes de los niños y las niñas, el adulto tiene que cambiar primero: con paciencia, respeto o cariño. Hay que aprender a gestionar las emociones, evitar los gritos, insultos e ironía. Así como, evitar los premios y los castigos.
Dentro de la metodología Montessori, las niñas y niños son libres de aprender y explorar a su ritmo. Es por eso, que en un ambiente Montessori existen y se establecen límites claros que los ayudan a construir una armonía dentro del entorno que los rodea; con sus compañeritas/os, materiales y guías. En nuestro blog, que hemos escrito para ti, te contamos la importancia de los principios de la filosofía Montessori.