¡Felicidades! Has tomado la decisión de inscribir a tu hijo/a en un colegio Montessori, confiando en el método y en las propias habilidades del niño/a para aprender y desarrollarse. Sin embargo, ¿aún tienes ciertas dudas acerca de qué esperar de este método o cómo tu hijo o hija se adapte a él?
¡No tienes de que preocuparte! Revisa esta lista sobre uno de los aspectos que puedes esperar del método y quédate tranquila/o sabiendo que tu hijo/a está en buenas manos.
Tu hija/o tendrá:
- Aprendizaje práctico
Fomenta la independencia en el niño o niña a través de actividades prácticas, como vestirse, cocinar, limpiar y cuidar el entorno. Con el fin de brindarle herramientas que les funcione para su futuro, más allá de un aprendizaje curricular, son conocimientos para la vida. - Guías especializados
La o el guía son facilitadores que observan cuidadosamente a cada niño o niña para comprender sus intereses, necesidades y etapas de desarrollo. Esta observación informada ayuda al guía a seleccionar materiales y actividades adecuadas para cada niña o niño de manera individualizada. No es un maestro tradicional que imparte conocimientos, sino más bien, un facilitador del desarrollo. Está ahí para proporcionar apoyo, orientación y oportunidades de aprendizaje, permitiendo que las niñas y niños descubran y exploren por sí mismos. - Desarrollo de habilidades cotidianas
La parte académica es importante y se le da su lugar en clase. Sin embargo, cuando tu hijo o hija empiece ir a clases, verás que no solo llega a casa con conocimientos básicos de matemáticas o español, sino que lo/la verás comenzando a realizar quehaceres en casa, como limpiar u ordenar objetos; incluso poner la mesa para comer. Esto son habilidades que el método Montessori siembra en los niños como un aprendizaje integral y no solo en el ambiente, es decir, el deseo de ser parte colaborativa de su hogar todos los días. - Instalaciones con distribución específica
Deben estar pensadas cien por ciento en los niños, desde la altura de los muebles, el espacio de trabajo y áreas para su desarrollo, según en la etapa en la que se encuentre. Todo está estratégicamente ubicado para hacer del ambiente un espacio completamente adaptado a los niños y niñas, donde puedan moverse libremente, tomar lo que quieran, regresar a su lugar los materiales y que se encuentre todo a su alcance. - Practica de su libertad con límites claros
No se trata de dejar a los niños y niñas hacer lo que quieran, sino que se confía en que dándoles libertad con límites y reglas, sabrán entender autónomamente lo que les conviene hacer. Poniendo en práctica una auténtica libertad donde pueda tomar sus propias decisiones acerca de su aprendizaje sin poner en riesgo a sus compañeros/as o a sí mismo/a. La preocupación de los padres suele ser que los niños y niñas se vuelvan desobedientes cuando se les otorga tanta libertad. Ayudando a desarrollar confianza en sí mismos y habilidades para la vida. - Disciplina y obediencia activa
Se cree que para tener hijos o hijas obedientes se necesita “mano dura” o exigirles demasiado. Sin embargo, en la filosofía Montessori se ha comprobado que no se necesita un sistema de premios, castigos o ni regaños para tener niños o niñas disciplinadas. Los niños aprenden a controlar y regular sus acciones, decisiones y emociones a través de la libertad dentro de límites bien definidos.
Así que el principal objetivo de un colegio bajo la metodología y filosofía Montessori, es impartir su desarrollo como seres capaces y ayudar en su crecimiento para que sepan trabajar por cuenta propia y conocer el impacto que pueden tener en el entorno donde se desenvuelven.